martes, 8 de noviembre de 2011

Humo.



Lo siento en mis venas,
él se encarga de eliminar mis penas,
durante su presencia no hay penumbras,
cuando sus besos se consumen en mí... surgen mis dichas,
en la silueta de su cuerpo no encuentro insatisfacción,
a su alrededor todo se asemeja a la perfección...
a pesar de que no conozca su definición.

Ahora que se encuentra en mi cuerpo y no en mi mente
es cuando presiento que él en mi dejará algún remordimiento,
ante su aparición insana lo odio a tal punto en que enfermo me siento,
en esta situación no logro separar el futuro del presente puesto que:
"La realidad es ahora, pero el futuro es solo un presente que enferma",
me encuentro envuelto en un cíclico sistema,
trabajas, estudias, ganas dinero, gastas dinero, un día se va,
una tarde va desapareciendo y la noche va llegando para dejar
atrás las cenizas de un viejo día, 
me siento mal puesto que en medio de esto no logro encontrar la verdad.

Cuando sus arpas tocó,
mi alma se ilumino,
mi mente se estremeció,
la palabra de mi lenguaje desapareció,
en un mundo blanco solo se encontró,
y lo triste es que con el diablo su contrato selló.

Nada me une a un sentimiento,
y ante nada genera un único pacto,
son dos personas las que habitan en mi cuerpo,
él, 
el que en forma de humo a mi mente de basura llenó,
y yo,
 que de  tu mirada en un escenario de flores y lagos logre transformarla en una...
ilusión.

Ama-Gi








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