"Tu perfume se desvaneció cuando el humo de tu pipa me anestesió" Ama-Gi |
Opio
Escrito por: Sebastián
Rodríguez P.
Quiero saciar mi sed
sin necesidad de recurrir al odio, es aquel opio que a mi miedo hunde en su
propio ego, es el peso que levita entre el paso del por nunca siempre monótono…
Del voto al silencio,
del acallado por el llamado incandescente de aquel astro estrellado; pruebo a
diario de él, tal vez, por no escapar de la realidad sino por querer hacer
parte de ella.
Si por mi nadie viste
en aquel pantanal, ¿Por qué debo para por ustedes escribir?...
Es el opio mi vestir
en mi devenir cuando de él exijo el elixir para dividir mi cuerpo en dos formas
de percibir. Es como el sabio que dijo: “Caminar para tropezar”, es como aquel
gran liricista que para escapar y escribir, quiso al mundo desafiar, mente
entre opio y poesía, que gran artista, gran osadía.
Pero yo, aun busco mi
opio entre mis cimientos, son muchas las mentes que en mis presentes ofrecen
volverme uno más entre tantos dementes.
Pipa en mano, lentes
en mesa para comenzar a redactar las penas de mi torpe transitar; es mi alucinógeno,
aquel que me hace meditar en el más duro caudal de fluidos hechos pensamientos
e ideas.
Me ofrecieron vivir
nada mas como única opción, jamás pude escoger la guía de mi existir, desde mis
doce comprendí que debía escribir, conocí el opio de mis sentidos y también el
de mi alma, conocí la libertad de por siempre estar encerrado.
En la jaula llamada Planeta Tierra, me he instruido; me
dieron manos para escribir, corazón para
no sentir y mente para poder vivir, mi cuestión ahora es…
¿Para que se me dio
alma?
Tierra…hojas…tierra…polvo…tierra…vida…vida…
¿Muerte?
Ayúdame a comprender
el ciclo del caído, de aquel que desde abajo observa y magnificado queda por su
presencia ante tal infinidad de universo.
Confieso…que he sido
muy déspota…me hice artista para derrochar de las palabras y para disfrutar de
su tan exquisito opio.
Dios, mi adicción no
eres TÚ, es la planta que se encuentra en mi tierra maldita, sin la lira del
mudo oyente, jamás hubiese mirado hacia tu gloria, sin embargo, no creo en
ella.
Color azul acuarela,
es como la candela de mi sabor canela.
Critícame si lo que
amo es escapar de tu realidad, la verdad prefiero armar la mía para nunca
alejarme de ella.
Escapar, regresar,
escapar, ahuyentar, regresar, caminar, ahuyentar, acercar, caminar…finalizar.
Fumar, por total,
consumir de él, me quiero alejar de mis anhelados demonios, son, tal vez, algo
vergonzosos mis testamentos, mis argumentos se lo han llevado los tormentos…de
mis pensamientos.
El aliento de mi
espada se ha convertido en un endeble suspiro, te presiento y transformo el aire en fuego, mi esqueleto se vuelve
inquebrantable.
Dolor y pavor…ante la
sensación de mi aflicción, el mundo de las maravillas abre sus rejillas a mi
presencia solo cuando tú me guías ante sus estatuillas.
¿Para qué palpitas?
Si al fin del ocaso
gritas, exclamando ayuda a quien siempre ignoras.
Imagen tomada de: http://www.elcachondeo.cl/foro/f165/1414006-fotos-de-fumaderos-de-opio/