domingo, 16 de febrero de 2014

El tiempo desprendido

El tiempo desprendido

 
El tiempo traspasado - René Magritte
Para M.A.H.R



Hemos acabado,
tú en el lado humedecido de la cama
 y yo, cansado,
en su lado árido donde el vino se derrama.
Observo tu cuerpo: ¡gloria inmaculada!,
y el sucio barniz  se torna por los reflejos
en un azulejo que proyecta mi  morada
de hermosas rosillas y crípticos ajenjos.

El tiempo se desprende en dos:
pasado y futuro.
Se forma una ruptura
en la cual se esconde el  Presente,
tratando de huir de las memorias
y de lo que será pero aún no sabe que será.
Te veo en ese instante tratando volar,
impulsándote hacia el cielo en llamas oscuras,
soñando con un pensamiento vago escapar
de este amor que te atrapa en tristes amarguras.

A medida que te pierdo
me afano por entrar en la ruptura.
En dicho lugar reina el desacuerdo,
lugar donde la voluptuosidad se apresura,
 donde mi corazón se agita
y mi cuerpo se precipita
hacia la razón que es una emoción,
hacia el miedo de saber que ya no te tengo.

Desprendería en dos al tiempo…
¡Y juro que te besaría
si ello fuera un acto de vesania!

Juan Pedro Pablo



domingo, 9 de febrero de 2014

No hay necesidad

No hay necesidad



No hay necesidad
no hay necesidad de pensar,
no hay necesidad de hablar,
no hay necesidad de mirar,
no hay necesidad de añorar,
no hay necesidad de rozar,
no hay necesidad de anhelar,
tan solo debe existir la necesidad de amar.


Quisiera sobre tus cabellos danzar
y en tus sueños paz alcanzar,
quisiera sentir tu caminar;
a tu lado siempre pasar
y nunca a tus ojos mirar.

Pensaría que soy un cobarde
¡pero que temor siento al saber que tu querer no me corresponde!


Mi corazón de excusas no entiende...
Tu palabra sobre mi mente se extiende.


No hay necesidad de comprender,
no hay necesidad de esconder,
no hay necesidad de aprender,
no hay necesidad de exceder,
no hay necesidad de proceder,
no hay necesidad de depender,
tan solo la necesidad de pretender. 


Eres la debilidad de mí ser.
¡Pobres de mis pilares que logras estremecer!

Eres la miel que deleita mis labios,
tus mensajes son proverbios
y tus besos son tan tibios,
perfectos para estos agostos fríos. 

Por ultimo quiero darte un adiós
para recordar tus labios bríos,

un hasta pronto,
 un hasta luego 
que deja a mi corazón
como el escritor de la epístola de los efesios. 



Ama- Gi


Canción sin nombre

Canción sin nombre



Incertidumbre...


Me asesinas lentamente,
apareces como mujer con tacones
y finitud le arrebatas a mi mente. 

Incertidumbre...

Es lo que siento ante
los vientos próximos de la senectud
¡maldito sea el tiempo que con
cada paso nos quita, nos usurpa, nos confisca!      
Se apodera de lo hermoso,
de lo más valioso:
¡Oh! Adiós, juventud.

Incertidumbre...

¡Oh! Loor éter que nos sobrepasa
y nos circunda,
debo confesarte que
no tolero más este padecimiento: 
Muerte. Es lo más inmediato en mi pensamiento. 

Santo Numen, lanzad tu venablo
en dirección a mi alma afligida por tus cantos...
Derroches de vicios saldrán de mis labios
y banal será cada acongojado vocablo
que con mis agrietados anhelos
en nombre de la nada pronunciaré
hacia la cumbre, arriba, más arriba,
hacia lo alto,
hacia lo infinito...



Juan Pedro Pablo 



Imagen adquirida en: 

Un extraño amor

Un extraño amor

Eres lo que me hace cavilar,
eres el sol que me hace sonrojar,
más que la locura eres tú la razón de mi delirar,
contigo una conversación es el comienzo de mi silencio  
pues no existe nada mejor que callar y contemplar.

Mi deseo es estar en tu pensamiento,
mi pensamiento: ¡tú!
Vamos, perdámonos entre el follaje de tu cuerpo,
pensemos en que no hay mejor momento.
Recitemos poemas al viento y
del silencio escucharás su exquisitez.

Soy la concordia de tus duelos,
tú eres la causa de mis desvelos,
tienes el poder de convertir en oro lo que tocas
razón por la cual mi corazón ya no es de bronce;
eres la blanca arena de una playa sin sombras.

Amo de tu vestido aquel cordel
del cual tiro para desnudarte, para beber de tu aguamiel,
te quiero porque contigo aprendí a escribir del amor,
en una historia como esta de pasión,
lo que se escribe se hace sobre el corazón
y más que un sustantivo, es para mí un verbo.

Eres el verbo de esta oración.

Ama- Gi