miércoles, 21 de diciembre de 2011

Pensando en ti.

Bien, ¿qué te cuento?, que vago en pena en tierras donde el tormento es el diario vivir del que de mente es tonto, solo quedan diez días para que el tiempo se haga tan efímero como el amor de dos amantes despechados con heridas del pasado. Acuérdate que hace unos meses te ofrecí lo mejor de mí, que te hable, te narre e inclusive que de ti me enamore, sin embargo, las dudas no dan tregua y de mi renacer junto a ti las cuestiones de la vida se encargó de adormecer. Bien, te cuento que aunque no parezca, a este bolígrafo le hace falta tu tinta, pues sin ella no logra sobre las hojas plasmar lo que el poeta está reprimiendo, ahogado, tan ahogado que no te imaginas como se pondrán las cosas cuando el aire se le acabe al que en este poema con dolor cae; no puedes negar que fueron no dos sino demasiados los momentos en que nos dijimos el uno al otro cuanto nos queríamos, y sabes, lo más hermoso, es que no lo decíamos a los oídos, son las doce en punto y mi ser con la luna ya tiene trayecto para desvanecerse entre el horizonte para que a eso de las seis de la mañana un ente tan raro como dios aparezca en el este, mis demonios aun me persiguen pero aunque no lo creas de ti aprendí que debo seguir buscando la espiritualidad y que solo en ello encontrare la paz para mis agobios, nuevamente un gracias a tu nombre, y es que desde que ya no bebo de tu vino ni como de tu pan, no hay comida que elimine de mí el hambre.


Los jinetes que en tu nombre vienen a mi alma infeliz son los que como emisarios me dicen que aun esperanza puedo encontrar en ti, y es que fue la primera vez que un ser encontré lo que está ausente en mí. En esta carta la cual no es de despedida ni de bienvenida porque es más bien de reconciliación, te invito a que en mi despiertes interés nuevamente, que no tengas temor, yo solo deseo que me mires, que me saludes, que de mi te acuerdes, que no olvides y ante todo que de mí no te apartes; no vivo arrepentido pero si sometido a los errores que he cometido. Sabes no me he despedido porque no encuentro la forma para decirte que no te olvido, él corre dolido y yo le observo y miedo siento porque yo me encuentro igual de afligido, los bienes que en mi poder he tenido no son más que proyecciones de lo que los demás quieren que yo posea, te pido que me digas si me encuentras interesante antes de que me conviertas en otro que muere por ser del amor pensante.   Ama-Gi




Espero, para el que me conozca, que logren entender el verdadero significado de este escrito, la verdad es ambiguo y la interpretación del que lea esto sera distinto a la mia.