viernes, 8 de marzo de 2013

Buscando a Stephen King


Buscando a Stephen King


“He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él”
Mark Twain

Debo decir que no es lo mismo tener sexo a ver una porno… Un momento, lo sé, es algo estúpido pues en el sexo se involucra más sensaciones que cuando miras un vídeo...hay algo más, digámoslo así, cercano. Bueno lo mismo me sucede con los libros, no es lo mismo leerlos en un formato digital a que leerlos en físico, en este último, el contacto es como el sexo, se siente el calor, la profundidad de la lectura, se siente el acompañamiento directo, las caricias, y ante todo eso que nos excita a todos los lectores: ¡el aroma! Están las que son jóvenes y tienen un aroma a “escudriña en mi interior” y están las que son algo más sucias, algo furcias pero atractivas y elegantes,  de esas que han sido exploradas pero luego olvidadas, como le suceden a la mayoría de esas mujeres que se casan. Son esas que te excitan tenerlas en tu repertorio de “buenas noches”. Así es como comienza mi historia.

En una noche de noviembre vi por primera vez la película “The Shining” dirigida por el gran maestro del séptimo arte Stanley Kubrick y protagonizada por ese atractivo, cómico y bizarro icono del “jet-set de Hollywood”: Jack Nicholson. Sin embargo, me preguntaba qué tipo de cerebro con gran ingenio creativo pudo haber escrito una historia como la que se presentaba en dicha película, fue así que tras una breve búsqueda en la que Wikipedia no pudiera darme información alguna, logré encontrar el nombre de dicha persona: Stephen King. Ese hombre, de facciones cuadriculares, de ojos rasgados -al menos eso hace parecer sus lentes-, de ojos color azules con un toque grisáceo, de quijada amplia y cabello corto y algo cano. 
Ese hombre arruino al menos la infancia  de 9 de cada 10 niños, cuando Tommy Lee Wallace adaptó la obra de King “IT”  a una película para televisión, si, era “eso”, aquel payaso de aspecto siniestro que salía de un momento a otro de las alcantarillas de tu calle y te devoraba, aquel monstruo que nos hizo sentir miedo especialmente hacia los baños y sin duda alguna hacia los payasos. De ahí mi odio acérrimo hacia los payasos. King el responsable intelectual de la mayoría de casos  de Coulrofobia.

Pero bueno, ¿y cómo fue que quise ir más allá de las películas? Bien, debo confesar que soy adicto a los vídeos y por lo tanto indagando en el basto mundo de Youtube, encontré a un “videoblogger” que atrajo mi atención de la misma manera en que se atraen B.B King  y su guitarra. Es así como llegue al canal de DrossRotzank  y guiado por un morbo sin rumbo y límite alguno hacia el suspense y el terror comencé a escuchar las narraciones que él hace de las famosas “Creepy-pastas”, fue así que me alimenté de su rico conocimiento y de su alto repertorio oral, pero... no vengo a profundizar mucho acerca de él. Un día viendo un vídeo llamado “Dross recomienda libros de terror”, tuve el gran placer de darme cuenta que de alguna manera, esta figura – o por lo menos para mí lo es- compartía el mismo gusto hacia las obras de King, fue de esta manera que cuando recomendó “El resplandor”  y habló de este libro de tal manera en que transmitía el pánico que debe sentir una persona antes de ser asesinada o ese temor que debe sentir alguien cuando siente una mano que se le acerca en silencio y a oscuras por detrás de la espalda y siente su tacto pero al darse vuelta no hay nada, decidí ahorrar y comprar el libro para lograr ultimar los detalles que por motivos de censura nunca aparecieron en la adaptación… ¡vaya! -me dije- debe ser así de meridiano como para ser censurado. Terror, suspense, óbito, que más podía pedir bajo el amparo de un mismo libro.

Lo más lógico pero menos sensato fue ir a las tiendas de Panamericana, me planté preguntarle a la bibliotecaria o las señoritas que se suponen deben resolver tus dudas – debo decir que es un lujo y un placer cuando encuentras a una de estas personas que saben acerca de literatura y en especial de la que buscas, es como si sintieras que alguien comparte tus gustos y por un momento casi fatídico y mortal te sientes normal, pero no ocurre lo mismo cuando es alguien que no sabe y sin tan si quiera percatarse por totalidad te da un rotundo NO como respuesta ante tus dudas-, cuando estaba al frente suyo, le dije:

-Hola. Buenas tardes, tienen el libro "El resplandor" de Stephen King.

-¿Steven King?

-No, Stephen King.

Me miró de manera algo extrañada, y dijo: 

-Un momento…

Mientras digitaba en la  base de datos el apellido de King, ojeaba un libro que se llamaba: Criaturas de la noche de Israel Centeno… Lo compraré en un futuro, me dije.
- Ya está, sígueme.

De repente sacó tres libros de King: El primero era La Torre Oscura, gran libro; El segundo era La Cúpula, la cual ya tenía en casa. Y por último “22/11/63”, me dije al ver este libro: "ya que se traerá King con Kennedy". 
-Gracias señorita, y ¿El Resplandor?, le pregunte.

-Está fuera de nuestra edición, además, se encuentran agotados, no es posible que lo encuentres en cualquiera de nuestros puntos de venta. Contestó.

Escuchar esas palabras fue como una zurrada en mi cara, no, no, peor aún, fue como si alguien hubiese puesto detritos en mis oídos. Fue aquella patada en lo huevos. Pues anteriormente había buscado en otras pequeñas librerías de esas de remate y tampoco lograba conseguir este libro, es que ni siquiera en sus versiones en inglés. A esto me refiero con lo poco sensato.

Llevo desde entonces 3 meses intentando encontrar aquel libro, ni siquiera cuando estuve en la cosmopolita Medellín logré encontrarle, me dije: "Maldición, ni en Bogotá, ni en la "capital" de Antioquia ¿dónde, dónde puedo encontrarle?" Un día en Medellín, hablaba con una bibliotecaria la cual me impacto al hablarme sobre sus gustos literarios, ella me habló de Porfirio Barba Jacob, y cuando le escuché aquel nombre, mi atención se centró sobre sus labios de tal manera que nada más alrededor del aeropuerto de Río Negro podía alterar aquel foco. Ella prometió encontrar el libro… Llevo más de un mes y medio esperando, que larga y desdichada espera, me pregunto  si ella aún se acuerda de mí, de aquel que le recito un fragmento del poema Canción de la vida profunda, de ese que le solicitó le ayudará encontrar el libro de King. Al parecer no.

Hoy 8 de marzo he caminado por el parque de la 60, a eso de las 6:00 pm, hora pico, observé eso a lo que las personas le llaman “feria hippie” o “Venta de carpas”, me acerque y en dos de ellas vendían libros, bueno, queridos y amados míos, se imaginaran por quien pregunte, así es, primero pregunte por H.P Lovecraft, empero, recibí un no como respuesta, después pregunte por Isaac Asimov y su libro El Hombre Ilustrado, costaba diez mil pesos, por desgracia solo poseía cinco mil. Por último y con una alta expectativa a la respuesta, pregunté por Stephen King y El resplandor, me contestó:

-Agotado.




Escrito por: Ama-Gi (Sebastián Rodríguez Pineda) 


Imagen adquirida de: http://www.mientraslees.com/2011/10/stephen-king-el-maestro-un-desafio-para.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario