sábado, 15 de marzo de 2014

Del tedio de los Narcisos

Del tedio de los Narcisos

Metamorfosis de Narciso - Salvador Dalí


Antes de cerrar los ojos entre la languidez de los agostos
los cantares de los trovadores de los amores absurdos
demostraron que el alma del vino busca a los amantes de los excesos:
¡Oh! ¡Qué insoportable es el paso del tedio!
Dante pereció ante la belleza de Dios:
admirable es el coraje de los que salen en búsqueda de lo inhallable.

Dalí, enamorado de lo inexistente
corrió hacia esta ilusión como un selenita añorando el calor del sol
y alegría encontró ante su reflejo latente.

Es el encono hacia lo perecedero,
la admiración por lo sublime y
el desespero del hombre por entender
lo que domina el ímpetu de su placer;
esta noche quiero reflejarme,
sentir el peso de mi sufrimiento sobre mi espalda,
admirar la belleza de la vida
que con ilusiones nos sacia
y con realidades nos desprecia.

Juan Pedro Pablo




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